9. Las fortalezas que hemos de cultivar

9. Las fortalezas que hemos de cultivar

En este esfuerzo por hacer realidad nuestros sueños, además de nuestras  propias  fortalezas,  hay  otros  elementos  que  nos  van  a  ayudar  mucho:

  • Romper marcos mentales o creencias limitantes  en  este  proceso  de  transformación.  Identificarlos  y  construir  entre  todos  unos  nuevos  adaptados  a  las  necesidades,  trabajando  los  miedos para superarlos.
  • Disponer de la fuerza y la convicción para emprender nuevas iniciativas, ponerlas en práctica, compartirlas,  contagiar  y  mantener  el  rumbo  frente  a  resistencias,  comentarios  y  actitudes  opuestas.
  • Creer  en  la  capacidad  propia  y  de  los  demás.  Empoderarles,  hacerles  ver  que  el  cambio  de-pende de nosotros y no de elementos externos. Propiciar el trabajo colaborativo.
  • Seguir fortaleciendo el trabajo en red iniciado junto  a  las  otras  seis  ikastolas,  tejer  relaciones  compartiendo  así  preocupaciones,  enfoques  y  soluciones. Una red que asegure la inspiración y colaboración constante.
  • Fortalecer  el  liderazgo  y  el  conocimiento  pedagógico.  Es  necesario  prepararse  de  manera  continua como profesional y como familia para acompañar a los niños y jóvenes en el proceso.
  • Disfrutar  de  los  avances  y  los  logros  de  este  proceso de transformación.
  • Intensificar  estrategias  de  comunicación  que favorezcan   las   relaciones   tanto   personales   como profesionales, para asegurar la cohesión y una convivencia positiva.
  • El cambio generacional entre los profesionales al  que  nos  enfrentamos  en  los  próximos  años  requiere  de  la  visión  y  experiencia  de  los  seniors,  combinada  con  la  energía  y  entusiasmo  de  una  generación  de  profesionales  juniors  que  tienen la obligación de hacer crecer el proyecto más allá de mantener y respetar aquello que nos trajo hasta aquí.
  • Practicar la evaluación formativa tanto en la eva-luación  de  los  procesos  como  en  la  evaluación  de los impactos.
  • Ikastola     donde     todos     los     participantes     (profesorado   y   familias)   entiendan   que   el   curriculum es un recurso. Mapear el currículum en las diferentes etapas educativas.
  • Una   ikastola   con   una   arquitectura   adaptada  que  posibilita  nuevas  dinámicas  de  trabajo.  Continuar con el proceso de transformación de los espacios interiores y exteriores de la ikastola.
  • Una  ikastola  que  evalúa  de  forma  sistemática su proyecto educativo.
  • Intensificar por parte de la comunidad educativa el compromiso de la utilización del euskara en todos los estamentos y ámbitos de uso.
  • Sistematizar  todos  los  proyectos  y  metodologías empleadas con la finalidad de promover alumnos activos.
  • Entendiendo  la  Innovación  como  una  expre-sión de actitudes emprendedoras de las personas  de  nuestra  ikastola,  y  que  estas  se  alimentan de aquellos ecosistemas que generamos de manera  consciente,  debemos  de  fomentar  un  aprendizaje  y  desarrollo  innovador  que  se  alimente de factores humanos y sociales.
  • Una  ikastola  que  fomente  el  desarrollo  de  un  ecosistema  educativo  digital  de  alto  rendimiento, perfeccionando competencias y capacidades digitales para la transformación digital.

Estos elementos que acabamos de mencionar son imprescindibles  a  la  hora  de  poder  mejorar/desarrollar  nuestras  líneas  educativas  básicas,  siendo  conscientes también de la necesidad de formación en los siguientes ámbitos:

  • En el desarrollo de proyectos multidisciplinares, multilingües, activos y cooperativos.
  • En la práctica de una evaluación formativa que esté al servicio del aprendizaje y desarrollo personal.

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